Celeste Soto es recicladora y vicepresidenta de la Asociación de Recicladores Aceano. Siempre tuvo un sueño: graduarse de auxiliar de enfermería. Lo logró en 2022.
Por Mariela Castañón
Fotos: cortesía Celeste Soto.
Celeste Soto trabaja desde hace 12 años como recicladora en el vertedero que administra la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (AMSA). También, desde su trabajo en el lugar, promovió la personería jurídica de Aceano, una organización que agrupa a quienes trabajan con ella en este lugar.
La entidad busca visibilizar el trabajo de los recicladores de base y crear condiciones laborales adecuadas.
La vicepresidenta de Aceano, además, se interesó desde hace más de una década en la enfermería. En ese momento, solo pudo recibir un curso impartido por el centro de salud de Villa Nueva. Aprendió a inyectar y a conocer los beneficios de la medicina natural.
Sin embargo, Soto buscó otras oportunidades para graduarse de auxiliar de enfermera. Aunque tenía un problema: no cumplía con los requisitos de haberse graduado de sexto grado de primaria y ser menor de 37 años.
En 2021, los astros se alinearon a su favor y pudo inscribirse en la Escuela de Auxiliares de Enfermería Renacer, ubicada en Amatitlán.
La recicladora cuenta que, para compatibilizar su trabajo con sus estudios, su jornada era extensa: de lunes a viernes trabajaba en el vertedero y los sábados asistía a sus clases en la escuela, a un costo de Q300 mensuales.
Estudiante premiada

Por su dedicación y desempeño, en la Escuela le regalaron su acto de graduación que tenía un costo de Q700.
Soto es una de las 40 mujeres que integran Aceano que integra a un total de 140 recicladores.
Aceano es una asociación que aglutina a recicladores de base que buscan visibilizar su trabajo, organizarse y crear condiciones laborales adecuadas.
Historia de esfuerzo
Soto enfrentó dificultades económicas para estudiar de niña, pues su mamá, una trabajadora de una tortillería, únicamente pudo inscribirla hasta tercer grado de primaria, pero esto no la detuvo, de adulta alcanzó el sexto grado de primaria por medio del Comité Nacional de Alfabetización.
“A mí siempre me gustó estudiar. Cuando estuve en primero, segundo y tercero primaria fui abanderada. Ahora tengo 40 años y quiero sacar mis básicos”, cuenta.
La trabajadora considera que la salud y el medio ambiente son dos temas importantes para el país, por eso le gustaría recibir capacitaciones.
Una de las preocupaciones de Soto es quedarse sin trabajo cuando entre en vigencia integralmente el Reglamento de Desechos Sólidos, que inicialmente no mencionó el rol que tendrían los recicladores en la clasificación de los desechos.
Acuerdos alcanzados
Edwin Castellanos, viceministro de Recursos Naturales y Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), explicó los acuerdos alcanzados con los recicladores. El primero: serán reconocidos dentro del reglamento, “de forma explícita”.
El segundo acuerdo, indicó el funcionario, es que los recicladores deben registrarse en las municipalidades para ingresar a los vertederos.
El tercero, la Municipalidad de Guatemala y de otras áreas metropolitanas podrán solicitar separar los desechos en dos grupos, es decir, orgánico e inorgánico, para que un tercer grupo llegue al vertedero y los recicladores tengan material para trabajar.
Las reformas mencionadas al Reglamento de Desechos Sólidos estarían listas en aproximadamente tres meses, refirió Castellanos.
Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios.